Mapuche // La Rebelión Se Justifica N°15
Tan solo en el último mes hemos
sido testigos de varios hechos que demuestran
el carácter de clase del viejo
Estado, que defiende la semifeudalidad
atentando contra el pueblo que
lucha por la tierra, y de la persistencia
de la masa en la lucha y la intensificación
de la rebelión.
Hace poco más de un año, el carabinero
Christian Rivera disparó su
escopeta en la espalda del joven mapuche
Brandon Hernández Huentecol,
dejándolo gravemente herido. Este
hecho generó protestas combativas
en distintos lugares del país, pero a
pesar de esto el delito sigue impune,
pues en los últimos días el carabinero
no se ha presentado aún a la formalización
correspondiente.
Por otra parte, recientemente la
Corte de Temuco anuló la sentencia en
el caso Luchsinger-Mackay, que había
absuelto a los 11 mapuche acusados,
quienes pasaron por largas y duras
prisiones preventivas. Este emblemá-
tico caso ha generado revuelo, movilizando
combativamente a distintos
sectores del pueblo durante el año, en
repudio al actuar de la “justicia” del
viejo Estado chileno.
El pasado 9 de diciembre se realizó
una marcha en sector de Alto Biobío
por la recuperación de las tierras, el
respeto a las autoridades ancestrales
y exigiendo la retirada de empresas y
latifundistas como Endesa, Mininco,
Arauco, entre otras, dando un plazo
de 4 meses. Esta marcha es manifestación
de la mayor cohesión del pueblo
en lucha de distintos lugares.
Ante esto, el viejo Estado, deslegitimado
y atemorizado ante la creciente
rebelión del pueblo, lanza sus zarpazos
de desesperación por mantener un
régimen de injusticias que ni con su
circo electoral ha logrado resguardar.
Sin embargo, estos intentos desesperados
como la “Operación Huracán”
son contundentemente respondidos
por las masas chilenas y Mapuche.
La lucha mapuche genera tanto
odio del viejo Estado y del imperialismo
porque es una lucha combativa,
por la tierra y la autodeterminación, es
decir, está golpeando en los hechos la
semifeudalidad, base del modelo capitalista
burocrático. Por eso el viejo
Estado apoya y maquina desalojos,
torturas y matanzas, como vimos este
año con los peñi Luis Marileo, Patricio
González, Rafael Nawel y el wenuy
Santiago Maldonado.
En este contexto, el FERP está preparando
las Brigadas de Apoyo Popular a
realizarse en comunidades en lucha,
cumpliendo con el deber de servir
al pueblo, pues no nos quedamos al
margen de esta lucha, sino que bregamos
por combatir codo a codo con el
campesinado pobre Mapuche.
Así servimos a forjar la alianza
obrero-campesina que nos traerá la
victoria, porque solo con una Revolució
de Nueva Democracia podremos
barrer la semifeudalidad y conquistar
el poder, acabando con el despojo
Machi Francisca Linconao, una de las imputadas por el caso Luchsinger-Mackay siendo detenida. |
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