Los orígenes de la Federación de Estudiantes
de Chile (hoy de la Universidad
de Chile) son muy distintos a lo
que es ahora. Ésta nació en medio de
la organización y lucha obrera en 1906,
con el objetivo de servirle a las clases
pobres, de disponer los conocimientos
y la fuerzas de los estudiantes para las
luchas de las y los trabajadores y del
resto del pueblo.
Es así como organizó las primeras
protestas estudiantiles, luchando contra
el mismo rector de la UCH Letelier,
apoyando a académicos que eran perseguidos
políticamente por difundir la
miserable situación de la clase obrera,
como Westehofer, o contra la iglesia católica,
el régimen de Ibáñez o la “Ley
Maldita”. También impulsó la Reforma
Universitaria, que se estaba dando en
toda latinoamérica que buscaba democratizar
la Universidad.
Fundó la Universidad Popular Lastarria
y las escuelas nocturnas, en donde
estudiantes educaban a trabajadores y
trabajadoras, poniendo su conocimiento
al servicio del pueblo. También crearon
farmacias gratuitas a cargo de estudiantes
de salud, organizaba la Fiesta
de la Primavera en donde estudiantes,
además de celebrar, recorrían Santiago
denunciando las injusticias.
Organizaba trabajos voluntarios, en
donde agrupaba estudiantes de distintas
carreras que podían aportar sus
conocimientos a los más pobres. Estos
surgen en 1906 cuando estudiantes de
medicina vacunan a pobladores ante la
epidemia de fiebre amarilla. Es así como
con los años aportan en medicina, veterinaria,
agronomía, construcción, etc,
según las necesidades del pueblo.
Han pasado varios años desde todo
esto. El ‘73 la Fech fue clausurada tras
el golpe de Estado y sus dirigentes fueron
perseguidos, torturados y desaparecidos.
La Junta Militar reemplazó la
Fech por la Federación de Centros de
Estudiantes de la Universidad de Chile
(Fecech), la cual adhería al régimen de
Pinochet. A fines de los ‘70 se reestableció
la Fech clandestinamente y funcionó
paralelamente a la Fecech.
En los ‘90 la Fech cayó en una crisis en
donde no alcanzaba los quórum suficientes en las elecciones, esto llevó a su
cierre el ‘93 para ser refundada al año
siguiente. Desde entonces se ha mantenido
y ha enfrentado fuertes movilizaciones
estudiantiles como es la del
2006, 2011 y la movilización feminista
de este año.
Es así que hoy nos enfrentamos a una
nueva crisis de la FECH que ha forzado
la realización de un Congreso para
refundar la Federación. Para este, es
necesario hacer un balance crítico del
actuar de la federación en los últimos
años. Y es que la conducción de la Federación
ha estado más orientada hacia
obtener cargos en el parlamento que a
desarrollar e impulsar la organización
de estudiantes de base.
En particular, quienes han tenido la
conducción de la Federación, la Nueva
Mayoría y el Frente Amplio, han usado
la Federación como trampolín para llegar
al Parlamento.
Por ello, en este Congreso FECH es
sumamente necesario contraponer a
esta política oportunista, una linea de
clase, retomar la tradición clasista de
los orígenes de la FECH, recuperar
su independencia política y levantar
con ello una orgánica sólida, que vaya
más allá de las disputas mezquinas por
puestos y pase a representar los intereses
estudiantiles.
Finalmente, lo fundamental en este
Congreso es la participación de la masa
de estudiantes. El refundar la Federación
y retomar su tradición clasista
solo puede pasar por una participación
masiva de las y los estudiantes.