Estudiantil // La Rebelión Se Justifica N°15
El 2017 vimos un alza de la lucha estudiantil,
principalmente a mitad de
año, contra las reformas proyanquis
de Bachelet, que golpea a estudiantes
universitarios y secundarios.
Sin embargo, estas justas luchas
rápidamente fueron desviadas, parceladas,
abandonadas o derechamente
vendidas por las organizaciones que
supuestamente debiesen bregar por
los intereses estudiantiles. Nos referimos
a la CONFECH, ACES y CoNES.
Así, la CONFECH se limitó a hacerle
“indicaciones” a las reformas,
buscando “disputarlas” en el parlamento,
“táctica” que solo sirvió para
dar tribuna a sus parlamentarios: el
proyecto se aprobó incluso peor de lo
que estaba; La CoNES, por otro lado,
derechamente apoyó estas reformas.
¿Por qué ocurre esto? porque quienes
dirigen estas organizaciones son
parte del oportunismo del movimiento
estudiantil.
Ellos desaniman a los estudiantes
de participar en sus organismos: la
FECH (altamente burocratizada) estuvo
a punto de no tener quorum en
sus elecciones; En el Pedagógico, el
Frente Amplio destruyó la FEP; en la
UFRO la federación fue desmantelada
por robos de dinero del FUR-Contracorriente
y la JR.
También espantan a la masa de la
organización: en el ámbito secundario
las organizaciones que alguna vez
fueron referentes hoy son funadas
y echadas de las marchas por ser serviles
al gobierno (CoNES-JJ”CC”) o
encubridores de abusadores sexuales
y matones (ACES-JR).
Esto ha producido un vacío de dirección
en el movimiento estudiantil
que realmente represente sus intereses,
demostrando que el oportunismo
sólo impulsa la movilización para levantar
candidatos al viejo Estado.
A pesar del freno que representan
estos oportunistas, las masas se abren
camino con organizaciones y protestas
de estudiantes de base, y de forma
sostenida la línea clasista va dirigiendo
luchas que verdaderamente conquistan
demandas.
Como estudiantes revolucionarios
hemos avanzando en proponer una
plataforma de lucha: “¡Educación gratuita,
científica, nacional y al servicio
del pueblo!”. También en un pliego de
demandas opuesto a la reforma del
Banco Mundial. Por tanto, la tarea hoy
recae en que esta plataforma y pliego
unifiquen al movimiento estudiantil,
que la línea clasista sea plasmada en
las organizaciones estudiantiles: coordinadoras,
CEEs, federaciones, etc.
Esto sólo lo lograremos con organizaciones
sólidas, basadas en el centralismo
democrático, sostenidas sobre
las fuerzas propias estudiantiles y desechando
por completo la farsa electoral
y al oportunismo. Sobre esto, el estudiante
revolucionario debe pensar y
discutir, con miras a dar importantes
saltos el año 2018.
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