miércoles, 17 de enero de 2018

El Movimiento Femenino y la lucha combativa


Este 2017 partió con millones de mujeres en las calles de todo Chile conmemorando el 8 de marzo, lo que anunciaba un año rico en luchas femeninas.

A medida que pasaban los meses, mujeres y hombres no dudaban en exigir justicia para aquellas hijas del pueblo heridas y asesinadas por el viejo Estado y el patriarcado, como Nabila Rifo, Andrea Mazzo, Joane Florvil y Macarena Valdés; y para aquellas reprimidas por servir al pueblo, como la machi Linconao, la lagmien Lorenza Cayuhán, y muchas más.

La furia femenina enfrentó a organizaciones que se dicen “revolucionarias”, pero no hacen más que replicar conductas machistas, como Juventud Rebelde y Vencer-PTR, las que fueron funadas por encubrir a sus militantes acosadores y violadores, silenciar y despreciar el papel de la mujer.

La lucha femenina avanza con tomas, marchas y funas en universidades y liceos, logrando justicia contra los acosadores.

Con esto, como mujeres vamos tomando confianza en nuestras propias fuerzas, demostrando en los hechos que solo con lucha combativa derribaremos estas prácticas, dejando atrás la ilusión de que confiando en las autoridades y sus protocolos burocráticos se podrá solucionar el patriarcado en las universidades.

Las mujeres se ponen a la cabeza de las luchas del pueblo, como las dirigentes del sindicato CELA cosmético en huelga contra la precarización laboral, y como las funcionarias de aseo de Derecho UCH, donde las primeras voceras del estamento son mujeres.

Ante las incansables protestas contra el patriarcado, el viejo Estado implementa medidas parches para apaciguarlas, como el Fondo de Participación femenina, que da el Estado a partidos políticos y que hace unos días se evidenció era derrochado en asados, fiestas y viajes del falso PC, PS, PPD, UDI, DC, P. Ecologista y muchísimos más. O la Ley de Cuotas, como si la doble opresión que vive la mujer trabajadora se acabara con más mujeres burguesas en el parlamento explotando al pueblo.

Hubo conquistas, como el aborto en tres causales que el gobierno se vio obligado a ceder gracias a las intensas protestas, y hubo una experiencia de organización femenina proletaria: Zomo Newen, donde se bregó por combatir el feminismo pequeño burgués y el oportunismo en el movimiento femenino.

Todas estas experiencias forjan a la mujer como revolucionaria y la educan en la lucha por el poder, porque la emancipación de la mujer es obra de las mujeres mismas, y se conquistará con la de todo el pueblo.

Una de las protestas de estudiantes secundarias contra el acoso.

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