Femenino // La Rebelión Se Justifica N°15
Este 2017 partió con millones de mujeres
en las calles de todo Chile conmemorando
el 8 de marzo, lo que anunciaba
un año rico en luchas femeninas.
A medida que pasaban los meses,
mujeres y hombres no dudaban en
exigir justicia para aquellas hijas del
pueblo heridas y asesinadas por el viejo
Estado y el patriarcado, como Nabila
Rifo, Andrea Mazzo, Joane Florvil
y Macarena Valdés; y para aquellas
reprimidas por servir al pueblo, como
la machi Linconao, la lagmien Lorenza
Cayuhán, y muchas más.
La furia femenina enfrentó a organizaciones
que se dicen “revolucionarias”,
pero no hacen más que replicar
conductas machistas, como Juventud
Rebelde y Vencer-PTR, las que fueron
funadas por encubrir a sus militantes
acosadores y violadores, silenciar y
despreciar el papel de la mujer.
La lucha femenina avanza con tomas,
marchas y funas en universidades
y liceos, logrando justicia contra
los acosadores.
Con esto, como mujeres vamos tomando
confianza en nuestras propias
fuerzas, demostrando en los hechos
que solo con lucha combativa derribaremos
estas prácticas, dejando atrás la
ilusión de que confiando en las autoridades
y sus protocolos burocráticos
se podrá solucionar el patriarcado en
las universidades.
Las mujeres se ponen a la cabeza de
las luchas del pueblo, como las dirigentes
del sindicato CELA cosmético
en huelga contra la precarización laboral,
y como las funcionarias de aseo
de Derecho UCH, donde las primeras
voceras del estamento son mujeres.
Ante las incansables protestas
contra el patriarcado, el viejo Estado
implementa medidas parches para
apaciguarlas, como el Fondo de Participación
femenina, que da el Estado
a partidos políticos y que hace unos
días se evidenció era derrochado en
asados, fiestas y viajes del falso PC,
PS, PPD, UDI, DC, P. Ecologista y
muchísimos más. O la Ley de Cuotas,
como si la doble opresión que vive la
mujer trabajadora se acabara con más
mujeres burguesas en el parlamento
explotando al pueblo.
Hubo conquistas, como el aborto en
tres causales que el gobierno se vio
obligado a ceder gracias a las intensas
protestas, y hubo una experiencia
de organización femenina proletaria:
Zomo Newen, donde se bregó por
combatir el feminismo pequeño burgués
y el oportunismo en el movimiento
femenino.
Todas estas experiencias forjan a la
mujer como revolucionaria y la educan
en la lucha por el poder, porque la
emancipación de la mujer es obra de
las mujeres mismas, y se conquistará
con la de todo el pueblo.
Una de las protestas de estudiantes secundarias contra el acoso. |
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