viernes, 26 de enero de 2018

Nueva agresión contra el pueblo Palestino


¡Hasta cuando! A comienzos del mes pasado el archi reaccionario Donald Trump reconoció oficialmente a Jerusalén como capital de Israel, trasladando allí su embajada y despreciando la histórica lucha de distintos pueblos por esta ciudad, sagrada para las tres religiones monoteístas.

A 50 años de la Guerra de Seis Días, se mantiene la ocupación militar por parte de Israel, lacayo del imperialismo yanqui, que desde sus inicios ha dejado más de 50.000 muertos, la gran mayoría palestinos, quienes levantan una dura resistencia.

Este es un grosero impulso a su estado lacayo israelí, gendarme en la zona, ante la pérdida de posiciones que han tenido en medio oriente, y permite ver claramente el carácter del imperialismo yanqui que asegura su influencia derramando sangre y aplastando pueblos enteros.

Esta canallada generó reacciones y rechazo en todo el mundo, principalmente en medio oriente.

La furia palestina levantó innumerables protestas, quemando banderas yanquis y de Israel, levantando consignas contra Trump y los milicos que le sirven al imperio, llamando a días de furia, ante lo que los invasores anunciaron un incremento en la represión, habiendo ya 4 muertos y más de 300 heridos, y la instalación de más bases militares yaquis en el territorio palestino.

Por todo medio oriente, cientos de miles de personas se movilizaron con combativas protestas en Egipto, Yemén, Turquía y otros países. 

En la ONU misma se resolvió rechazar la medida de EEUU, hecho ante el cual los yanquis amenazaron con que “tomarán nota de los nombres” de quienes votaron en su contra. Ecuador y Honduras votaron a favor, al igual que Guatemala que, lamiéndole las botas al imperialismo yanqui, también trasladó su embajada a Jerusalén. Además de que el presidente de Honduras le debe en gran parte su permanencia en el cargo a Trump, por no haberse pronunciado respecto del fraude electoral.

Ícono de la resistencia palestina es Ahed Tamimi, joven combatiente y mujer revolucionaria de tan sólo 16 años, que junto a su madre y prima se encuentran presas hace unos días por enfrentar a militares invasores. Los Tamimi llevan años luchando contra la ocupación israelí, siendo un ejemplo combativo para todo el pueblo.

El imperialismo está condenado a caer y por eso lanza ataques desesperados para mantenerse con vida, pero sus tentáculos no agarran como necesitan y no podrán evitar su derumbe final. Los pueblos del mundo ya sabemos que organizados podemos a barrer con él. ¿Hasta cuándo? Queda poco. Las montañas que nos oprimen se están desmoronando.

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