¡Honor y gloria a los jóvenes combatientes!

Nacional, La Rebelión Se Justifia N°16

Cada 29 de marzo se conmemora el Día del Joven Combatiente en honor a nuestros compañeros caídos. La protesta popular se toma las calles para así, demostrar el descontento y gritar que no hemos olvidado los asesinatos de los valientes jóvenes que con su ejemplo nos iluminan.

Esta conmemoración nació en 1984, cuando fue asesinado Mauricio Maigret, estudiante secundario y militante del MIR que participaba del levantamiento popular de Pudahuel, protegiendo a sus compañeros de las fuerzas represivas. En ese momento es cuando es alcanzado por dos balas de un arma automática, dando la vida en la protección de sus compañeros.

Ahí surge esta conmemoración en honor a este héroe del pueblo que en una carta escribe a la juventud: “¿Qué esperas para unirte a la guerra popular contra la dictadura?”.

Es así que un año después, Rafael y Eduardo Vergara Toledo, militantes del MIR y estudiantes del liceo de aplicación y del ex-pedagógico respectivamente, se dirigían a conmemorar a su compañero caído, cuando fueron detenidos en Villa Francia y cruelmente asesinados por Carabineros, convirtiéndose en una insignia de lucha por los caídos, tanto de la Junta Militar Fascista de Pinochet, como en el período de falsa democracia.

A estos asesinatos se suma el de Paulina Aguirre, en una emboscada realizada esa misma noche a la militante del MIR que con solo 20 años fue acribillada por agentes de la CNI.

Su familia fue fuertemente reprimida por la Junta, lo que llevó a Paulina a luchar contra la misma desde los 15 años. Su edad no fue limitante para organizarse y levantarse en contra de los opresores. Ya a sus pocos años cumplía tareas organizativas.

Estos tres hechos demuestran el carácter de represión y aniquilamiento que el viejo Estado incluye en su política, dirigida principalmente a los jóvenes dispuestos a la lucha. Jóvenes estudiantes y trabajadores que constantemente son reprimidos por exigir los derechos del pueblo.

El llamado para este año es claro: levantar la protesta popular en conmemoración de estos caídos, y los que les siguieron, recordando en los colegios, universidades, calles y poblaciones que su ejemplo será año tras año nuestra bandera de lucha, y su sangre vertida regará la Revolución chilena.