jueves, 20 de julio de 2017

Bolcheviques y el boicot a las elecciones

1917 - 2017

BOLCHEVIQUES Y EL BOICOT A LAS ELECCIONES


Los hechos demuestran que las clases dominantes nunca van a poner en riesgo su poder y si es que hacen concesiones con el pueblo no es más que para aplacar el descontento y las ganas de rebelión.

Esto ya lo comprendían los bolcheviques al analizar la formación de la Duma, en 1905, como un ofrecimiento del Zar en su desesperación ante la creciente ola de huelgas del proletariado, enfurecido por las miserables condiciones de vida y las repercusiones de la guerra.

Durante este periodo de alza revolucionaria los bolcheviques se negaron rotundamente a participar de la I Duma, aplicando la táctica del boicot que terminaría en un gran éxito, mientras que los mencheviques aún tenían la ilusión de que el parlamento del Zar pudiese funcionar como “centro de las fuerzas revolucionarias”.

Luego de la primera revolución Rusa en 1905, se desata una persecución y represión extrema en contra de los revolucionarios, obligándolos a combinar las acciones revolucionarias abiertas con la legalidad, utilizando tácticas defensivas en contra del enemigo.

Las tácticas defensivas que utilizaron los bolcheviques tienen que ver con el repliegue de las fuerzas, la participación en sindicatos legales, el envío a la clandestinidad a algunos camaradas, entre otras.

Así es que deciden participar de la II Duma, con el objetivo de poner al descubierto la política del gobierno zarista y los partidos liberales y ganar el apoyo de los campesinos hacia el proletariado. Esto permitió efectivamente fortalecer el Partido, ganando gran potencia para la siguiente fase de expansión revolucionaria, que comenzara en 1912 y que desembocará en la revolución del 17’.

Actualmente las condiciones para la revolución son favorables. Por un lado, para los que gobiernan se hace cada vez más difícil mantener el orden que les beneficia y por el otro, las amplias masas rechazan el proceso electoral y están prestas a rebelarse, porque tienen la conciencia de que las elecciones son un mecanismo más de la clase explotadora para justificarse y continuar enriqueciéndose a costa del sudor y sangre del pueblo.

Por lo tanto la posición revolucionaria en nuestro país debe ser rechazar completamente las elecciones y desarrollar acciones de boicot electoral, con la perspectiva de fortalecernos para golpear el viejo Estado, como un paso en la revolución de nueva democracia en nuestro país.


“Lenin aplicó el boicot precisamente contra una Duma, un “organismo representativo”, que debía elaborar una Constitución al servicio del orden imperante en la Rusia zarista, y para llegar a esta conclusión se basó en dos fundamentos: primero, la participación desviaría la revolución de su camino y, segundo, se desarrollaba un ascenso revolucionario; estas cuestiones debemos analizarlas aplicándolas a nuestras condiciones concretas”. 
Contra las ilusiones constitucionales, PCP.

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