martes, 3 de julio de 2018

Jenny Marx, una mujer revolucionaria

Johanna Bertha Julie von Westphalen o Jenny, como le decían, nació un 12 de febrero de 1814 en el seno de una reconocida familia Aristócrata Alemana (antes Prusia), pero decidida a renunciar a los privilegios y a luchar por la clase obrera.

 Desde muy jóvenes se enamoraron con Karl Marx y tras 7 años de compromiso, a la edad de 22 años se casó con Karl Marx, quien en ese entonces tenía 18. Desde entonces fueron compañeros de lucha y de vida.

Juntos, en familia, pasaron momentos adversos en exilios y persecuciones. Jenny siempre quiso mostrarse fuerte ante a los problemas porque pensaba que de lo contrario podría debilitar la moral de su familia. Ella aguantó y luchó por salir adelante, por superar la pobreza y los dolores de la muerte, que se llevó a cuatro de sus siete hijos siendo tan solo unos niños.

Dada su participación política y su posicionamiento por la clase obrera, el amedrentamiento fue constante en su vida. Por lo mismo, junto a su familia debieron desplazarse continuamente buscando estabilidad. Entre tanto, Jenny retrataba su pensamiento comunista en textos y pasajes.

Su actividad en la política fue difícil, a veces limitada e invisibilizada debido a su sexo. Pero en 1846, mientras vivía en Bruselas pudo desarrollaruna participación política más activa, siendo la primera mujer miembro en la Liga Comunista, participando en la Unión de Trabajadores Alemanes dando conferencias y organizando encuentros.

En enero de ese mismo año Jenny y Karl trabajaron juntos para terminar el Manifiesto Comunista. Ella hizo legibles las acusaciones de Marx para transmitir que la revolución era correcta, inevitable e inminente.

Así la compañera Jenny Marx se transforma en un ejemplo de mujer revolucionaria, que dejó sus privilegios y decidió vivir en la pobreza y con el miedo constante de la represión, todo por amor a la clase obrera al pueblo.

Jenny lleva la bandera de la revolución en el pecho, no se derrotó por no ser reconocida en su época ya que de todas formas fue capaz de aportar para la ideología del proletariado, el marxismo. Ante las adversidades no se dejó vencer, sino que trató de salir adelante con lo que fuese y dándolo todo por su familia y la revolución. Junto con miles de otras mujeres, Jenny está en el largo historial de combatientes que han dedicado su vida a la revolución.


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