Este mes comienza oficialmente el circo electoral, compitiendo 7 listas al parlamento y 8 candidatos a gerente del viejo Estado.
Entre estos payasos, desfilan explotadores de tomo y lomo, como los grandes burgueses de “Chile Vamos” y la vieja concertación con el nombre de “La fuerza de la Mayoría”.
También están los oportunistas y revisionistas del “Frente Amplio”, “Unión Patriótica”, “PTR” y otros que, como fuerzas auxiliares del viejo Estado, aspiran a reestructurarlo y darle una apariencia más “democrática”, canalizando las ansias de cambio del pueblo para su padrón electoral.
Todo esto ocurre en un mes donde se conmemora un año más del golpe militar fascista del 73’, que demostró cómo el imperialismo y la gran burguesía, no dudan en usar las armas y aplicar el genocidio para frenar la rebelión de las masas.
Pero aun así, la heroica lucha de las masas contra la junta militar fascista fue usada por la concertación para conquistar la administración del viejo Estado y hoy muchos la confunden con una supuesta lucha por la “vuelta a la democracia”.
Pero la vuelta del régimen demo-liberal, la vuelta del voto, en realidad cumplió el objetivo de frenar el alza en las protestas que se desarrollaba en
los 80’, y así darle gobernabilidad al mismo viejo Estado, al mismo grupo de explotadores, ahora con un despotismo más velado, pero más saqueador.
Lo que en realidad movilizaba al pueblo, por tanto, no era cambiar un sistema de gobierno burgués por otro, sino barrer con la explotación y tener vidas mejores, en definitiva, hacer la revolución y conquistar el poder.
De ahí se explica el creciente ausentismo en las elecciones, que año a año desde 1992, viene creciendo, llegando al 65% durante el año pasado, cifra que aumenta hasta un 80% en las comunas más pobres de Santiago.
Cada elección se demuestra que crece la conciencia en el pueblo de que las elecciones no le sirven y ni los oportunistas más “jóvenes” y “radicales” logran frenar la tendencia.
El camino del pueblo es la revolución de nueva democracia y no el camino burocrático de las elecciones. Esto demanda boicotear contundentemente estas nuevas elecciones del viejo Estado y denunciar su carácter.
Debemos unir a todo quien esté dispuesto a boicotear la farsa electoral, apuntando a una jornada de protesta nacional contra las elecciones, desarrollado amplia propaganda y contundentes acciones ¡Las condiciones son propicias para el boicot electoral!
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