El 21 de agosto se inició la continuación
del reaccionario juicio denominado
“Caso Luchsinger Mackay” en
Temuco, en contra de 11 Mapuche,
incluida la Machi Francisca Linconao.
Esto sigue mostrando ante las masas,
la obstinada política del viejo Estado
de encarcelar a los Mapuche sin
prueba alguna, intentándolos ligar al
ataque realizado el 2013 contra los terratenientes
Luchsinger-Mackay.
Durante este periodo los comuneros
han sido mantenidos en prisión
preventiva y arresto domiciliario
como es el caso de la Machi Francisca. Todo esto ha sido fundamentado
en base a la declaración del falso testigo
Peralino Huinca que denunció en
pleno juicio haber sido torturado por
la PDI para acusar a los 10 Mapuche.
Estos son los métodos de este Estado
que hace todo lo posible por
defender la explotación terrateniente
y por golpear una causa totalmente
justa como es la recuperación de las
tierras Mapuche usurpadas.
Al iniciarse el juicio, distintas organizaciones
y comunidades mapuche
realizaron masivas convocatorias y
protestas en distintos lugares del país
para entregar el fraternal apoyo a estos
luchadores del pueblo que el viejo
Estado intenta golpear desesperadamente
con más criminalización.
Hacemos el llamado al amplio apoyo,
pues es deber de todo revolucionario,
de todo estudiante que tome
posición por el pueblo apoyar con la
mayor energía a los 11 peñi y lagmen
acusados injustamente.
Los únicos criminales, son los terratenientes
que mediante el viejo Estado
realizaron genocidio a los Mapuche
para arrebatarles el 95% de sus
tierras en la ocupación militar de la
Araucanía.
Hoy las forestales se expanden cada
año, concentrando cada vez más tierra
en pocas manos y dejándola en una
sequía mortal, para enriquecer a un
puñado de magnates. Esto es lo que
somete al campesino chileno y Mapuche
a una miseria cada vez más honda.
Por eso ellos tratan de criminalizar
la justa lucha por la tierra y la autodeterminación
Mapuche, pero lejos
de lograr frenarla con la cárcel, los
presos políticos Mapuche del “Caso
Iglesias” y Abel Huenumán siguen
luchando y se lanzan a la huelga de
hambre. Simultáneamente, se desenvuelven
contundentes acciones como
la quema de 47 camiones de forestales
en dos semanas.
Así, el viejo Estado con su Guerra de
Baja Intensidad, su represión, juicios,
montajes y su ley antiterrorista, solo
nos da más razones para que forjemos
la unidad de los pobres del campo y
la ciudad, chilenos y Mapuche, para
barrerlo por completo, mediante la
Revolución de Nueva Democracia.
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