sábado, 30 de septiembre de 2017

La pugna inter-burguesa por el saqueo en Venezuela

Hoy en Venezuela, se ha agudizado la crisis general del capitalismo burocrático, cuestión que evidencia las precarias condiciones de vida de las masas, la intensa pugna interburguesa por quien administrará el viejo Estado y la inminente intervención del imperialismo yanqui.

Venezuela, a pesar de la verborrea “antiimperialista” de Chávez-Maduro, es una semicolonia del imperialismo norteamericano. Esto quiere decir que, en prácticamente todos sus aspectos, es dominada por los yanquis.

En el plano económico, tiene un capitalismo burocrático basado en la monoexportación del petróleo (97% de sus ingresos). Casi la totalidad de las importaciones del país provienen de EE.UU., y el 65% de sus exportaciones de petróleo van hacia allá.

Pero para que todo esto sea posible, los imperialistas necesitan de títeres venezolanos, que sostengan el viejo Estado, a saber, la gran burguesía y los grandes terratenientes, quienes también se enriquecen en base a la explotación y el saqueo del pueblo.

Todo esto explica los acontecimientos actuales: masivas protestas en las calles de las masas empobrecidas y hastiadas de la crisis que genera el capitalismo burocrático, que ha provocado una escasez de servicios básicos y una elevada inflación (300%).

Ante esto, la prensa reaccionaria le atribuye a la oposición, a la “MUD”, la supuesta dirección de las protestas, tratando de generar la idea de que las masas claman por un gobierno de la oposición. Por otro lado el revisionismo en general plantea que todo es un plan yanqui de desestabilización de la “revolución bolivariana”.

Pero ¿qué es lo que se trata de esconder interpretando así los hechos? que lo que ocurre hoy en Venezuela es una pugna de las dos facciones de la gran burguesía: la compradora, representada por la oposición, y la burocrá- tica, representada por el gobierno; por la administración del viejo Estado.

Los anhelos de las masas nada tienen que ver con ninguna de estas facciones reaccionarias; ni la oposición ni el “proceso constituyente” de Maduro son una salida que beneficie al pueblo, pues ambas facciones quieren mantener el viejo Estado y el capitalismo burocrático, pero con programas distintos, siendo hoy más servil para el imperialismo yanqui la facción compradora.

Por tanto hoy corresponde apoyar la lucha del pueblo venezolano contra la intervención yanqui, e indesligablemente contra el oportunismo y el revisionismo. Venezuela necesita de una revolución que expulse realmente al imperialismo y acabe con el capitalismo burocrático y la semifeudalidad.


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