martes, 19 de diciembre de 2017

¿Qué nos deja la segunda vuelta presidencial?

Protesta contra la farsa electoral, Plaza Italia.

Este 17 de diciembre se llevó a cabo la segunda vuelta presidencial donde se definiría el próximo gerente del viejo Estado entre dos contendores: Alejandro Guillier (Fuerza de la Mayoría) y Sebastián Piñera (Chile Vamos). Este nuevo circo se desarolló en medio de una combativa jornada de protesta, dando como resultado un 51% de abstención y como ganador al ladrón Piñera.

Así, nuevamente el pueblo eligió NO VOTAR, no legitimar esta farsa electoral, lo que continúa acentuándose en los sectores más empobrecidos del país, a pesar de la forzada e ilusoria polarización en sus campañas que trataron de mostrar ambos candidatos:

Por un lado, Piñera, representando a la burguesía compradora, desplegó una campaña contra el supuesto "chilezuela" que significaría un gobierno de su competidor, y desplazándose más hacia el "centro" al traficar con demandas del pueblo como la gratuidad en la educación y otras, logró imponerse con el 54% de los votos (3,7 millones), captando al rededor de 800.000 votos adicionales a los que había obtenido su sector en primera vuelta (2,9 millones sumando la votación de Piñera y Kast).

Por otro lado en torno a Guillier, representante de la burguesía burocrática, el oportunismo trató de levantar un "frente anti-piñera" con el objetivo de blanquear su propio carácter anti-popular y arrastrar más ganado electoral para su padrón, sumando al Frente Amplio, a MEO y la DC, favoreciéndose del prontuario delictual de estafas y milonarios robos del contendor. Sin embargo sus desesperados intentos por mantener sus puestos en el viejo Estado fueron en vano: su candidato no logró captar todos los votos que había alcanzado su sector en la primera vuelta (3,6 millones sumando a MEO, Goic, Sánchez, Navaro y Artés), perdiendo con un 45% de los votos (3,1 millones).

Estas cifras demuestran el fracaso del blanqueamiento que trató de hacerse el oportunismo con su campaña "Todos contra Piñera", no logrando embaucar a la masa con que votando por ellos se defendían los "derechos sociales" conquistados, y el rechazo del pueblo ante sus ya 5 gerenciamientos donde demostraron ser fieles aplicadores de las políticas reaccionarias del Banco Mundial, el FMI, la Junta Militar Fascista y el imperialismo yankee.

Pero lo principal de esta segunda vuelta fue la inédita jornada de protesta desplegada en distintos puntos del país llamando a no votar.

Llendo contra la corriente de todo el oportunismo (jóven y viejo) que trató de ilusionar a las masas con su podrida tesis del mal menor, distintas organizaciones levantaron una gran campaña de agitación, propaganda y sabotaje a lo largo de todo el país durante los últimos dos meses en contra de la farsa electoral, con consignas de "No votar, a luchar" y "Solo luchando avanza el pueblo". 

Con esto, la jornada del 17 se transformó en una combativa jornada de protesta, comenzando con barricadas en La Florida, Maipú, Melipilla y otros lugares de la Región Metropolitana, cortes de ruta en La Araucanía y amplia propaganda desplegada por distintos puntos llamando a no votar. Algunos locales de votación fueron apedreados y en otros detonaron bombas de ruido. En la tarde, una combativa marcha en Plaza Italia se enfrentó con la represión a punta de coligues abriendose paso por la alameda, en una acción inédita donde se logró marchar el mismo día de las elecciones, a pesar de todas las restricciones.

Todo ello es un salto en la lucha del pueblo, que sigue desarrollando la protesta popular por doquier y que no para ni en día de elecciones. La campaña por el Boicot Electoral por tanto culmina siendo un gran éxito y dejandonos importantes lecciones a todos los activistas revolucionarios.

En síntesis, nuevamente gana la abstención y se da un salto hacia jornada de protesta durante el día de elecciones, demostrando la justeza del boicot electoral, además de expresarse el rechazo al oportunismo de la Nueva Mayoría.

Ante esta coyuntura, distintos análisis pueden realizarse sobre lo que será este nuevo gerenciamiento del ladrón Piñera: más represión, mayor saqueo imperialista, más recortes a los derechos del pueblo, etc. Sin embargo no debemos caer en el juego del oportunismo que tratará de mostrarse como "oposición en las calles" con el único objetivo de volver a sus podridos puestos en 4 años más. 

Al contrario, mientras exista el viejo Estado existirán estas pugnas entre las facciones de la gran burguesía y su farsa electoral, existirá el fascismo como herramienta para combatir la revolución, seguirá habiendo hambre y miseria, y mientras exista el viejo Estado, los derechos del pueblo se conquistarán y defenderán con lucha clasista y combativa, con protesta popular. 

Por eso, el camino del pueblo para alcanzar su liberación no será, ni ha sido, elegir a los "menos malos" o las "reformas" graduales y parsimoniosas, sino el camino de la Revolución de Nueva Democracia, camino que la campaña de Boicot Electoral alumbra con acciones concretas.

Imágenes de la marcha contra la farsa electoral:




Propaganda desplegada en distintos puntos de Santiago:

Población José María Caro, Lo Espejo.

Estadio Nacional, Ñuñoa
Barricadas en distintos puntos de Santiago:





Puestos de avanzada del GOPE luego de los cortes de ruta en La Araucanía:


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