Boicot Electoral, La Rebelión Se Justifica N°14
En la próxima segunda vuelta presidencial,
ciertamente es Sebastián
Piñera el candidato que mayor revuelo
ha causado en la opinión pública.
Las razones no son menores, ya
que día a día las masas manifiestan su
repudio ante un candidato representa
toda podredumbre del capitalismo burocrático,
como se ve en múltiples funas
como la ocurrida en Valparaíso.
Y es que son decenas de denuncias
de robos, fraudes, estafas y corrupción
asociados a este magnate con
una fortuna de U$2.700 millones, fiel
representante de la gran burguesía
compradora de nuestro país.
A modo de ejemplo, recordamos
el caso del fraude en el Banco de Talca
en 1982, durante la Junta Militar
Fascista de Pinochet, donde Piñera
se fugó por 24 días tras ser declarado
reo, dándole tiempo a sus abogados
para solicitar un recurso de amparo
que anulara la decisión juez.
Otros casos como financiamientos
de PENTA, colusión en LAN, vínculos
con SQM y hasta la revelación que
varios hijos y nietos de Piñera aparecían
como accionistas en empresas y
paraísos fiscales siendo aun menores
de edad, se suman a la lista.
Y es que es cierto: Piñera es un ícono
de robos sistemáticos y corrupción
de Chile, pero no es el único.
Con todos estos antecedentes, amplia
difusión ha tenido la campaña
#todoscontraelgüiña, que muchas veces
va acompañada de otra que plantea
#levantalarajayvota o “Vota por
cualquiera menos por Piñera”, sin
embargo ¿Es justo este llamado?
Si es bien, Piñera ha amenazado desmantelar
varias conquistas parciales
que ha ganado el pueblo, no debemos
olvidarnos que todas estas conquistas
se han logrado en base a la protesta popular,
no por la bondad de tal o cual
Presidente, y no será su contendiente
o cualquier otro payaso quienes cambiarán
esto, porque el viejo Estado
está hecho para mantener la opresión.
Por ejemplo, durante el gerenciamiento
de Piñera se conquistó la rebaja
del 6 al 2% del interés del CAE, no
porque haya sido “buen Presidente”,
sino porque la protesta callejera lo
obligó a ceder. Es más, todos aquellos
que hoy trafican con las demandas del
pueblo deben acordarse ¿Qué decían
antes del 2011 respecto a la educación
gratuita? Nada, y no fue hasta que estalló
el movimiento estudiantil que
tuvieron que empezar a mencionarla.
Por tanto, centrar el debate en que no
salga este ladrón sólo lleva al pantano
del parlamento y de la farsa electoral,
donde históricamente se han entrampado
las demandas del pueblo, y a la
mentira de que votando por el “mal
menor” defenderemos lo conquistado.
En realidad, es todo lo contrario,
la defensa de los derechos del pueblo
depende sólo de si continuamos o no
desarollando la lucha y la organización
clasista y combativa.
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