Internacional, La Rebelión Se Justifica N°14
El pasado 26 de noviembre se realizaron
en Honduras las elecciones
presidenciales en la que competía el
actual Presidente Juan Orlando Hernández
(Partido Nacional) con Salvador
Nasralla (Alianza de Oposición).
Hernández es Presidente de Honduras
desde el 2014 y hoy se postula a
reelección luego de haberla autorizado
bajo su propio gobierno. Durante
su gerenciamiento, promovió una ley
contra el terrorismo que impone hasta
50 años de prisión a manifestantes.
Su Partido ha sido vinculado en
varias ocasiones con el narcotráfico,
siendo el hijo del ex Presidente Porfirio Lobo (PN) detenido en Haití por
estos hechos. Incluso, el cartel “Los
Cachiros”, cuyos jefes se encuentran
detenidos en Estados Unidos, han
confesado haber aportado más de
US$500.000 a la campaña de Hernández
a cambio de protección.
En medio de este corrupto panorama
que ha sometido a las masas hondureñas
al asedio del narcoestado, es
que se realizaron las elecciones presidenciales
de este 26 de noviembre.
Durante el conteo de las votaciones,
Nasralla se encontraba ganando
con un 57% de los votos, quedando
por contabilizar solo un 5% de ellos.
En ese momento, el Tribunal Supremo
de Elecciones (TSE) suspendió este
proceso, dando los resultados de las
elecciones recién este 4 de diciembre.
Estos 8 días de incertidumbre generaron
gran rebelión en las masas hondureñas
que denunciaban el “fraude
electoral”, a pesar de las amenazas de
50 años de prisión, despertando la solidaridad
de los pueblos del mundo.
En todo el país se realizaron numerosos
cortes de rutas y protestas combativas
en las calles, despertando todas
las alarmas del viejo Estado que
rápidamente desplegó sus Fuerzas de
Seguridad.
Para el 1 de diciembre ya habían más
de 100 detenidos, más de 20 heridos y
5 muertos. Ese mismo día se decretó
Toque de Queda para “frenar la violencia”,
a lo que el pueblo de honduras
respondió saliendo masivamente a las
calles con numerosos cacerolazos.
El 4 de diciembre, el TSE da conocimiento
de los resultados de las
presidenciales en el que sale ganador
Hernández, quien iría por su segundo
período. Ante este resultado, la rebelión
de las masas se intensiĕ ca, al igual
que la represión. Sin embargo, el movimiento
tiene tal fuerza que ha causado
estragos en las propias ĕ las del
enemigo: el Comando Policial Especial
(Cobra) se ha negado a reprimir
las protestas, desaĕ ando las órdenes
del viejo Estado al que protegen.
Estos hechos, cuyo desarrollo continúa,
muestran el odio de las masas
ante un narcoestado y un capitalismo
burocrático en crisis, y que solo podrá
encontrar una solución cuando el
pueblo se alce por su derrocamiento,
por la revolución democrática.
Protestas en la capital de Honduras. |
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