Cien años, La Rebelión se Justifica N°11
Cuando Lenin en 1900 salió de un
exilio de tres años en Siberia, le recayó
la responsabilidad de trabajar
por la tarea más urgente e importante:
Construir el partido revolucionario
del proletariado. Es decir, un partido
de nuevo tipo, cuya importancia plasmó
en la frase: “Dadnos una organización
de revolucionarios y removeremos
a Rusia en sus cimientos”.
Su plan de construcción consistió en
crear un periódico político para toda
Rusia (Llamado “Iskra”, “La Chispa”
en Ruso), con el fin de unir política
y organizativamente a los dispersos
círculos marxistas.
Exponiendo la línea correcta, se lucharía
además contra las desviaciones
oportunistas. El partido que Lenin
defendió, fue una organización clandestina
y fuertemente disciplinada,
organizada bajo el centralismo democrático
y capacitada para hacer
frente a la represión de la policía secreta
del zarismo y llevar adelante la
revolución.
Plantearía que la construcción de un
partido requiere de:
1- Un grupo de cuadros regulares,
militantes del partido libres de toda
ocupación que no fuera el trabajo
partidario con un mínimo de conocimientos
teóricos, experiencia política,
práctica organizativa y el arte
de enfrentar y combatir a la policía
zarista. Su entrega total y disciplina
sería su mejor arma.
2- Una amplia red de organizaciones
del partido con gran cantidad de
miembros del Partido que cuenten
con el apoyo de cientos de miles de
masas trabajadoras.
En férreo combate contra los oportunistas
mencheviques (“la minoría”
en ruso) que con su mirada liberalista,
planteaban que para ser parte del
Partido, solo bastaba tener el deseo y
sentirse revolucionario, los bolcheviques
dilucidaron que el partido proletario,
es un partido que concentraría
los sectores más avanzados y disciplinados
del proletariado.
Luego del triufo del 17’, estos principios
repercutirían en la lucha proletaria
del mundo entero, fundándose
Partidos Comunistas bajo la línea
bolchevique en todo el mundo, desde
China a Chile y cambiándo la fisonomía
de la lucha de clases para siempre.
Hoy en nuestro país también se necesita
esa organización de revolucionarios
que remueva Chile hasta sus
cimientos, ya que el partido fundado
por Recabarren fue usurpado por la
burguesía hace tiempo, lo que demanda
retomar las experiencias revolucionarias
como la rusa para reconstituir
el Partido Comunista de Chile.
“El proletariado, desunido por el imperio de la anárquica competencia
dentro del mundo burgués, aplastado por los trabajos
forzados al servicio del capital, (...) sólo puede hacerse y se hará
inevitablemente una fuerza invencible siempre y cuando que su
unión ideológica por medio de los principios del marxismo se
afiance mediante la unidad material de la organización”
V. I. Lenin
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