Internacional, La Rebelión se Justifica N°12
El mes pasado, el archi-reaccionario
Donald Trump, refiriéndose al desarrollo
de armamento nuclear de Corea
del Norte, amenazó ante la ONU
diciendo: “no tendremos otra opción
que destruir totalmente a Corea del
Norte” y que “la desnuclearización es
su único futuro posible”.
Junto a Rusia y China, Trump pretende
extremar las sanciones para
Norcorea y preparar una respuesta
militar ante la amenaza nuclear que
significa, negándose a negociar, pues
es “una pérdida de tiempo”.
Sin embargo, hoy los países con mayor
armamento nuclear son Rusia y
EEUU, con alrededor de 7000 armas
nucleares cada uno, y Corea del Norte
se encuentra recién en el noveno y último
lugar en el ranking, con apenas 10.
El imperialismo yanqui, desesperado
por su crisis general, pretende monopolizar
el armamento nuclear para
poder seguir amenazando a los pueblos
del mundo y mantener su calidad
de superpotencia hegemónica única.
Amenazas que ya son costumbre,
como se vio en el mismo discurso
ante la ONU, cuando exigió al resto
de las naciones unirse contra quienes
reciben a los refugiados del “terrorismo
islámico”, a la vez que catalogó el
gobierno de Irán como “una dictadura
corrupta, asesina y desestabilizadora.”
Pero son los yanquis quienes mantienen
una fuerte guerra de agresión
imperialista en el Medio Oriente, y
después de casi 16 años de guerra en
Afganistán, con más de 11 mil civiles
asesinados solamente el año pasado,
Trump envió 4 mil soldados más a
ese país y en abril de este año lanzó la
bomba MOAB, la más grande luego
de la bomba atómica.
Incluso, hasta la fecha, solamente
los imperialistas yanquis han usado
la bomba atómica en 1945 contra Hiroshima
y Nagasaki, sumando más de
220 mil muertos y 130 mil heridos.
Entonces ¿quiénes son los verdaderos
asesinos? ¿quiénes son realmente
una amenaza que hay que “destruir
totalmente”?
Condenamos la agresión imperialista
y reafirmamos que la única forma
de hacerle frente a esta guerra injusta
es con la justa guerra revolucionaria.
Saludamos a los pueblos que se levantan,
como se ve en Norcorea, donde
3.5 millones de personas se enlistaron
para combatir la agresión yanqui.
Una mayor amenaza que el imperialismo
para las masas, son las masas
para el imperialismo, que sin importar
la cantidad ni calidad de armas
que tengan, están condenadas a la
victoria. Pues, como nos dijo el presidente
Mao, la lógica del imperialismo
es provocar disturbios y fracasar
hasta su ruina, mientras que la lógica
del pueblo es luchar, fracasar, volver a
luchar y así hasta la victoria.
Quema de bandera yanqui, 11 de septiembre, Santiago de Chile. |
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