Movimiento Estudiantil
PRESIÓN ACADÉMICA: PLAN DESMOVILIZADOR
Por estos días podemos evidenciar
como en liceos y universidades la alta
carga académica se convierte en un
verdadero agobio desmovilizador. La
sobrecarga de ramos y la gran cantidad
de horas destinadas a éstos se
oponen totalmente al desarrollo político
de los/as estudiantes.
Muchas veces los directivos reaccionarios
intentan oponer las movilizaciones
con los planes de estudio,
fijando periodos de pruebas cuando
la lucha está en alza. Evaluaciones
con una exagerada presión académica
que logren restar a los estudiantes
de la lucha.
De este modo se coarta que los estudiantes
aprendan algún conocimiento
útil; obligando a memorizar contenido
para desahogarlo inútilmente
en la prueba y olvidarse de todo lo
memorizado. Así también, pronto
a realizarse las convocatorias a movilizaciones
nacionales, en diversos
liceos fijan fechas de evaluaciones el
mismo día.
Durante este periodo los cuerpos
directivos de universidades y liceos
cacarean que “los paros no benefician
la formación académica del estudiante”.
Pero la realidad, es que lo que más
atenta a la formación del estudiante
son las pruebas y trabajos que funcionan
como una verdadera emboscada al
conocimiento.
Podemos afirmar que el estudiante,
tomando las riendas de su destino al
organizarse se educa mucho más en los
periodos de lucha que en periodos de
pruebas; durante el paro o la marcha
aprende como realmente funciona el
Estado, aprende cómo se compone la
sociedad, aprende a organizarse, estudia
por sí mismo; se despercude de
la malformación académica.
La causa de existencia de la movilización,
es la condición miserable de
la educación chilena, que está llena
de injusticias como los 1.500.000 de
estudiantes endeudados por créditos
bancarios, liceos particulares subvencionados
y técnicos con pésimas
condiciones de estudio y malas prácticas
pedagógicas, etc.
Participar en el movimiento estudiantil
es justamente para beneficiar
el desarrollo académico de forma real,
por ende, las autoridades que se oponen
demuestran su desinterés por la
educación de los jóvenes y demuestra
su oficio, que es enriquecer al sostenedor
y a los bancos.
Por ello cuando criminalizan y boicotean
la organización estudiantil
aplican la política anti-educación del
viejo Estado al interior de los establecimientos
educacionales. Este es uno
de los planes del viejo Estado que debemos
combatir y denunciar.
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