Nacional
EL PUEBLO NO SE DEJA ENGAÑAR POR LA CUENTA PÚBLICA
El combativo Paro Nacional del 1 de
Junio fue una ardua jornada de protesta
contra las falsas promesas del viejo
Estado en la última Cuenta Pública
del gobierno pro-yanqui de Bachelet,
que manifestó una vez más la desesperación
de las clases opresoras ante
la rebelión de las masas.
Este discurso fue un vano intento
de sobornar al pueblo hablando de
“grandes beneficios a la ciudadanía”
que se “lograron” con el gobierno,
como la falsa gratuidad, proyectos
como la Línea 7 del metro (para seguir
acumulando riquezas mediante
el transporte “público”), y engañando
con el “fin al CAE” que será reemplazado
por otro crédito estatal.
Por más palabrería, la masa vive los
hechos: hay 10 millones de endeudados,
más de un millón y medio a
través del CAE, y el viejo Estado no
pretende condonar la deuda a las familias
que anhelan el derecho por la
educación, pero si lo hace con los millones
que debía Johnson’s, por ejemplo.
Mientras las masas sufren esta miseria,
los banqueros se enriquecen a
través de la deuda y los altos mandos
de las fuerzas policiales roban más
de $20.000 millones de pesos. Estos
mismos ladrones mandan a reprimir,
apalear, encarcelar y asesinar
estudiantes como Manuel Gutierrez
(2011) y Daniel Menco (1999).
Esta es la situación que desata la rabia
popular en las calles durante este
Paro Nacional, desplegando heroica
violencia revolucionaria en las calles.
El Alcalde de Santiago tachó la marcha
en Santiago como “la marcha más
violenta del año”, lo que demuestra un
alza en la lucha de clases, para lo cual
debemos prepararnos.
¿Prepararnos para qué? Para responder
enérgicamente la represión
del viejo Estado que se intensifica.
Para combatir al oportunismo y el
revisionismo, que intenta utilizar las
marchas como ganado electoral y así
hacerse parte de este podrido Estado.
Nosotros, el pueblo, no tenemos otra
opción que unificarnos en pensamiento,
política, plan, acción y mando, para
derribar este viejo Estado, su ejército
y construir la nueva sociedad.
Sólo podremos actuar así reconstituyendo
un auténtico Partido Comunista,
que ya fue fundado en 1922 por
Recabarren pero que fue usurpado
por la burguesía, que unifique a los
pobres de norte a sur.
Así se asegura el rumbo del pueblo:
la Revolución de Nueva Democracia.
Confiscar a los banqueros y a los terratenientes
mediante la violencia,
para hacerla propiedad social del
pueblo, único camino para acabar
con la raíz de toda opresión.
La juventud combatiente se enfrenta contra Fuerzas Especiales. |
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