Las potencias imperialistas se encuentran
en constante pugna por el
reparto del mundo, necesitan explotar
la mayor cantidad de países para
subsistir.
Con el imperialismo cada vez más
hundiéndose más, debido a sus inevitables
crisis económicas, estos países
deben hacerse cada vez más reaccionarios
para cumplir con el saqueo.
La cumbre del G20 viene a dar claras
muestras de esta situación, mostrando
total preocupación de no poder
recuperarse desde la crisis del 2008,
hablando de una deuda externa que
supera 3 veces el PIB de todos los paí-
ses del mundo.
La intención del imperialismo Alemán,
por otro lado, que ya hace un
tiempo viene criticando abiertamente
la política económica yanqui, es
pugnar por la hegemonía del mundo,
abriéndose camino para el saqueo de
nuevas semicolonias.
Frente a esta situación mundial de
miseria y guerras desatadas contra las
masas, la juventud revolucionaria Alemana
tuvo una respuesta contundente
al organizar una Alianza Antiimperialista.
Formando bloques de más de 100
personas, se levantó entre la multitud
la hoz y el martillo como bandera de
combate, espíritu de lucha que ha impresionado
a la policía lo suficiente
como para que escribieran su propio
comunicado de prensa: “(...) alrededor
de 120 personas del grupo completo
se separaron de la manifestación
(...) Los oficiales que estaban allí
llegaron a ser masivamente pateados
y golpeados con astas de bandera. Los
participantes enmascarados pudieron
escapar en todas las direcciones
sin ser detectados”.
Saludamos calurosamente las combativas
protestas en Hamburgo, como
respuesta a la cumbre imperialista, y
condenamos la represión del Estado
Alemán que dejó decenas de heridos,
detenidos y allanamientos. Saludamos
la firme línea revolucionaria
impulsada por la organización Dem
Volke Dienen o Servir al pueblo.
Sin la fuerza de la clase organizada
es imposible que caiga este monstruo
con pies de barro y sabemos que esa
fuerza debe ser dirigida por la ideología
científica del proletariado, el
maoísmo y los aportes del pensamiento
gonzalo.
Que vuelvan a levantarse banderas
comunistas en Europa nos llena de optimismo
revolucionario, pues en todo
el mundo se está luchando por acabar
con la opresión y la explotación,
incluso allí donde parecía caduca la
lucha de clases.
Tomamos posición por la línea antiimperialista
que se impulsó en las
protestas contra el G20 y nos sumamos
al llamado internacionalista de
férreo combate al imperialismo.
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