miércoles, 8 de marzo de 2017

En este 2017: ¡A desarrollar la creciente Protesta Popular!

Editorial N°5

EN ESTE 2017 ¡A DESARROLLAR LA CRECIENTE PROTESTA POPULAR! 


Una cuestión de extraordinaria importancia para el movimiento estudiantil y el pueblo entero, es el problema de la existencia o no de una situación revolucionaria en el momento actual. Definirlo con precisión traza la línea divisoria entre el camino del pueblo y el camino burocrático. 

Contrario al análisis que hace el oportunismo y revisionismo para justificar su camino electorero, hoy constatamos que la sociedad chilena vive una situación revolucionaria en desarrollo. Cuestión que queda clara bajo el criterio marxista que establece Lenin: “Rusia vive una situación revolucionaria porque la opresión de la aplastante mayoría de la población, (...) se ha agudizado al máximo, siendo de notar que la opresión agudizada, el hambre, la miseria, la ausencia de derechos y los ultrajes al pueblo se hallan en flagrante desacuerdo con el estado de las fuerzas productivas de Rusia, con el grado de conciencia y con el nivel de las reivindicaciones de las masas...” 

A la luz de esta síntesis, que perfectamente calza a la situación nacional, hablar de masas pobres, es hablar principalmente de campesinado. Nadie puede decir que nuestro país no vive esta situación hace mucho tiempo, que hay un despojo creciente al campesino y que producto de esto se atiza la lucha mapuche. 

Esta cuestión no necesita mayor demostración, solo basta que una persona quiera ver la realidad y profundizar honestamente en ella; letra muerta será esto para los dirigentes de los Partidos y organizaciones electoreros que en desesperación bregan por un puesto en este Estado. 

La explotación es la base para la situación revolucionaria, sin embargo, esta base necesita otra condición. Como el mismo Lenin dice: “La opresión, por grande que sea, no siempre origina una situación revolucionaria en un país. Para que estalle la revolución no suele bastar con que los de abajo no quieran seguir viviendo como antes. Hace falta además, que los de arriba no puedan seguir administrando y gobernando como hasta entonces”. Una vez más, no encontramos necesario demostrarlo, dentro de una situación nacional en donde el olor de la podredumbre del Estado se puede percibir en todo el país. 

Debemos partir por esta comprensión para definir una línea ideológica y política verdaderamente proletaria. Partir de esta concepción reduce inmediatamente a cenizas las máscaras de los oportunistas y revisionistas. 

Deja al descubierto la farsa del Frente Amplio, que sueñan con su asqueroso puesto en la presidencia de este viejo Estado; descubre la farsa del PTR que con una apariencia “combativa y revolucionaria”, sueñan por legalizarse y confundir a las masas; deja al descubierto a todas las organizaciones que confían en la vía institucional como un camino para los pobres. 

Todos ellos niegan la situación revolucionaria, con frases descontextualizadas del mismo Lenin y sin análisis concreto de la situación actual ¿Por qué?, porque son fuerzas auxiliares del viejo Estado. Es decir, su tarea es negar la necesidad de lucha armada por la conquista del poder, negar la necesidad de demoler este viejo Estado y construir el nuevo Poder. Negarán aún más cualquier discusión que toque estos problemas fundamentales. 

¡Este es un año para que el estudiante esté fundido con las masas y se desarrolle la creciente protesta popular, que el pueblo se eduque en su papel histórico de conquistar el poder, que se desborde la legalidad y se promueva el boicot a la farsa electoral, que el pueblo logre barrer la basura sembrada por los oportunistas y revisionistas! ¡El pueblo no tiene otro camino! 


Huelga de la mina Escondida, 2017.

“Para engañar al pueblo se dice: ¿No es una verdad que los obreros demócratas están en el gobierno? y nosotros preguntamos: ¿En compañía de quiénes gobiernan los demócratas? Y todo el pueblo verá y reconocerá que los demócratas gobiernan juntos y de acuerdo a los intereses de los grandes capitalistas del país o con los representantes de estos grandes capitalistas. Y gobernando en compañía de esos grandes capitalistas tendrán que servirse preferentemente los intereses de ellos y por lo tanto abandonar los intereses de la clase trabajadora, pues en el gobierno de un país no se puede servir JAMÁS los dos intereses al mismo tiempo. Esta es la VERDAD” 
Luis Emilio Recabarren, La Rusia Obrera y Campesina, 1923.


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