La tendencia al cierre a propósito de la situación crítica que vive nuestra universidad se mantiene como un tema de primer orden a tratar por la comunidad universitaria.
En marzo - abril fue publicado un informe financiero elaborado por la empresa Deloitte contratada por las autoridades de la UMCE, el cual reflejó la crisis financiera que arrastra el Peda, planteando además una propuesta para hacerle frente. El informe develó de forma alarmante que nuestra universidad podría ser catalogada con “inviabilidad financiera” para el año 2020, cuestión que preocupa más al ser el 2019 un año donde nuevamente se abrirá un proceso de acreditación universitaria tras una última acreditación donde la UMCE apenas logró obtener 3 años.
El gobierno universitario y específicamente Rectoria que dirige Jaime Espinosa no han hecho ningún verdadero esfuerzo para solucionar esta urgencia, por tanto será el turno de los estamentos del estudiantado, el profesorado y funcionarios/as levantar una verdadera propuesta, con una visión pedagógica, democrática y de lucha, que busque defender y salvar al Peda de la crisis, aportando a la defensa de toda la educación pública chilena.
Cierto es que algunos directivos con sueldos millonarios como el propio rector Espinosa o el jefe de administración y finanzas Leonel Duran sólo han contribuido a la desunión, sembrando confusión y frenando la necesaria articulación entre estamentos. Sin negar la necesidad de pelear porque se vayan los sujetos que mantienen la crisis de la universidad, debemos decir que no será suficiente para resolver el problema por completo. Debemos conocer el verdadero origen y raíz del problema.
Y es que la raíz de la crisis de la educación superior recae en el autofinanciamiento,
plan imperialista impulsado por el Banco Mundial que consta de que las propias comunidades universitarias financien las universidades, mientras el Estado se desliga lo más que puede de esta tarea y el Pedagógico no es ajeno a esta realidad nacional.
De hecho el mismo profesor Luis Rubilar S. denuncia en uno de sus libros de la historia del Pedagógico (1889 – 2010) que con los “fuertes e interesados aportes del Banco Mundial (MECE, ´fondos competitivos´), los problemas respecto a la calidad y, más aún, a su equidad persisten y se agravan”.
Siendo real y cada vez más profundo este agravamiento, distintas propuestas se empiezan a levantar y en esta lucha que será prolongada los/as estudiantes por sí solos/as no bastan. Por eso es necesario levantar asambleas triestamentales donde se discutan ideas tanto para unirnos como estamentos como para luchar por salvar al Peda de la crisis. También debemos investigar más a fondo la raíz del problema y así, mediante el análisis de la historia del Peda como el de la situación de la educación a nivel nacional, comprender rápida y de forma eficiente el origen de la crisis.
Todo esto debe ser con el único fin de preparar una gran campaña por la defensa del Peda, involucrando a todos los estamentos e incluso ex estudiantes, agitando al interior y exterior de la universidad. No podemos permitir que el Estado y el gobierno universitario le arrebaten al pueblo una de las universidades que tiene una extensa tradición de lucha y resistencia, siendo cuna de revolucionarios/as y aportando a la sentida demanda de educación para el pueblo. La pedagogía debe resistir, por tanto el Pedagógico debe combatir la crisis con unidad contra los planes imperialistas en la educación y contra
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