Situación Internacional
SIRIA: EL CENTRO DE LA TORMENTA DE LA LUCHA DE CLASES MUNDIAL
La guerra de agresión contra Siria desde el 2011 ha dejado más de 400.000 muertos y 5 millones de refugiados, desatando heroicas guerras de liberación nacional. En el último mes, el avance de la guerra de agresión en la ciudad Alepo, las numerosas acciones del Estado Islámico (EI) en Europa y el asesinato del embajador ruso en Turquía demuestran que el Medio Oriente es el centro de la tormenta.
Todas las potencias imperialistas están en pugna por el reparto del mundo. Siria es una nación oprimida por el imperialismo. Junto a Chile y la mayoría de los países, son parte del botín en reparto. Pero este complejo sistema de guerras solo madura las condiciones para la revolución y hunde en la putrefacción al imperialismo en su crisis general.
En la situación de Siria se agudizan dos contradicciones en las que actúan tres fuerzas.
En primer lugar, la contradicción entre el inmenso número de naciones oprimidas, donde se concentran millones de masas pobres en creciente rebelión, y el puñado de potencias y superpotencias imperialistas, como Rusia y Estados Unidos. Es la contradicción principal.
En segundo lugar, la contradicción inter-imperialista, la pugna total y la colusión relativa entre el imperialismo
yanqui y ruso. El plan yanqui busca desarrollar guerras de agresión para arrebatar a Rusia su condición de superpotencia atómica que aún mantiene. Por su parte, Rusia pugna por conservar sus semicolonias, especialmente Ucrania, Siria e Irán.
El Oriente Medio y particularmente Siria e Irán, tienen una importancia especial para el imperialismo yanqui, porque le permitiría asegurar su condición hegemónica al controlar una región clave para el abastecimiento del petróleo, asegurándole así una ventaja definitiva en la competencia inter-imperialista.
Las tres fuerzas son: el imperialismo de EE.UU (enemigo principal) y sus aliados temporales; el imperialismo Ruso y sus aliados temporales; y la nación oprimida, Siria (país agredido), incluyendo todas sus clases y minorías nacionales, exceptuando un puñado de lacayos del imperialismo.
El camino del pueblo sirio es reconstituir su Partido Comunista para iniciar la Guerra Popular, y unir en un Frente Único de resistencia nacional a la ocupación imperialista, bajo la consigna “¡muerte al invasor!”, a todas las fuerzas dispuestas a luchar contra el imperialismo, como el EI. Esta es la única forma de no someterse a ningún bastón de mando imperialista y lograr la liberación nacional.
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