jueves, 5 de enero de 2017

Avances y perspectivas del Movimiento Estudiantil

Editorial N°4 

AVANCES Y PERSPECTIVAS DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL 


El año recién terminado el movimiento estudiantil revolucionario avanzó de forma importante: 

Logró darle continuidad al trabajo secundario; organizó, dirigió y participó de numerosas luchas y campañas de denuncia, tanto en sus propios frentes como expresando de forma concreta apoyo a huelgas; conmemoraciones y celebración de los 50 años de la Gran Revolución Cultural Proletaria; pega de afiches, volanteos y rayados; participó de actividades de reforzamiento escolar en población; disputó la Federación del Pedagógico y ganó Centros de Estudiantes; organizó y encabezó marchas y protestas en sus respectivos frentes (29 de marzo, 1° de Mayo, 25 de agosto, 11 de septiembre, boicot electoral, etc). 

Este breve recuento permite sacar importantes lecciones para el año 2016, en el sentido de avanzar en unirse a las luchas de las masas, y resuelve en los hechos el difícil problema de desplegar la lucha política de forma inseparable de la lucha reivindicativa. ¿Acaso este es un trabajo revolucionario “de internet”? Sólo los que aún teniendo ojos no quieren ver, y viven rumiando su incapacidad podrían decir eso, culpando a las masas por su propio atraso. 

Es justamente organizando, movilizando y politizando al movimiento estudiantil como se avanza. Es en este ámbito de la actividad revolucionaria que se desarrolla el combate al oportunismo y al revisionismo. De esta única forma (ligándose a las masas, avanzando y retrocediendo con ellas) se combate y resiste la reacción. Los errores cometidos, por serios que a veces sean se corrigen con crítica y autocrítica para curar la enfermedad, pero no enterrando al enfermo. 

Una lección importante es que donde hay revolucionarios activos, estudiosos, dispuestos a enfrentar las dificultades, la lucha y organización estudiantil adquiere nuevos contornos. Ese desarrollo es posible constatarlo en el trabajo de organización y propaganda que despliegan los estudiantes revolucionarios y populares. 

Otras lecciones que se pueden sacar: la forja combatiente es clave para avanzar a paso firme. La indisciplina, los atrasos y la displicencia boicotean el trabajo revolucionario. Es necesario atreverse a luchar y romper las cadenas ideológicas que nos atan a la vieja sociedad, es necesario encarnar el principio de servir de todo corazón al pueblo y barrer las viejas ideas. 

Este verano se realizarán las VIII Brigadas de Apoyo Popular (BAP Verano 2017) en una localidad rural. Estos trabajos voluntarios tienen como objetivo vincularse a las ma- sas pobres del campo y templar a los jóvenes revolucionarios en el trabajo productivo; además estas BAP constituyen una escuela política en donde también nos preparamos mediante el estudio. Es un paso para avanzar en la forja ideológica para la lucha. 

El presidente Mao nos enseña: “¿Cómo juzgar si un joven es revolucionario? ¿Cómo discernirlo? Sólo hay un criterio: ver si está dispuesto a integrarse, y se integra en la práctica, con las grandes masas obreras y cam- pesinas. Es revolucionario si lo quiere hacer y lo hace; de otro modo es no revolucionario o contrarrevolucionario.” 

Con las BAP Verano 2017 cerramos con sello de oro un año de trabajo fructífero al mismo tiempo que nos preparamos para el que sigue. Nuestra perspectiva es continuar ampliando el movimiento revolucionario sobre la base de unirnos crecientemente a la lucha de masas, combatiendo tenazmente al revisionismo y al oportunismo.




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