miércoles, 17 de octubre de 2018

¡Viva la resistencia de los pueblos!

Marcha por la Resistencia de los Pueblos Indígenas, 14 de octubre de 2018

El 12 de Octubre de 1492 Colón llega a América y con ello se abre una larga guerra por someter y colonizar a los pueblos nativos del nuevo continente. De libres a esclavos, de esclavos a peones y a campesinos pobres los fue intentando someter el invasor.

Ahora, cada 12 de Octubre conmemoramos el Día de la Resistencia de los Pueblos Indígenas, resistencia que aún persiste y crece después de 500 años, en la llama viva de los más de 800 pueblos repartidos a lo largo de América Latina.

La pobreza, el saqueo y la represión se han mantenido intactos al pasar tanto de gobiernos de “izquierda” como de derecha, civiles y militares. Por ello, con justa razón es que los pueblos indígenas se han convertido en uno de los sectores con mayor combatividad y arrojo al momento de hacerle frente al imperialismo y sus proyectos extractivos. La lucha contra la instalación de termo e hidroeléctricas, super-carreteras, basurales y tantas otras industrias propias del capitalismo burocrático son pan de cada día para nuestros pueblos.

Tierra y autodeterminación

Mariátegui en sus Siete Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana nos dice que “el problema del indio” está estrechamente ligado al problema de la tierra y por ello, son las bases semifeudales de las economías latinoamericanas las causas de tanta opresión, y la base material de la resistencia centenaria contra el sometimiento, tanto a los imperios coloniales, como a los Estados terratenientes y burocráticos de la actualidad.

Según la Oxfam, América Latina es el continente donde la tierra está peor distribuida, y donde la concentración de ella alcanza los niveles más altos. En Chile la situación es tan aberrante que menos del 1% de las explotaciones más grandes ocupan casi el 74% del total de las tierras de éste.

Sin barrer con esta base, no podemos ni hablar de autodeterminación, ya que ni la propia tierra pueden cultivar los pueblos de nuestro continente. Es más, la usurpación ha llegado actualmente a que en 1 de cada 3 hectáreas destinadas por los gobiernos para explotación minera, agrícola o forestal son tierras de comunidades indígenas.

Ejemplos de lucha.

Ante esta opresión, varias veces centenaria, se erigen cientos de experiencias de rebeliones victoriosas y frustradas. Leftraru, Pelantaru y Kilapán son algunos de los nombres que en nuestro país nos ejemplifican el indomable espíritu del pueblo Mapuche. Actualmente, las comunidades Mapuche en resistencia son un ejemplo de lucha para el pueblo chileno. La toma de tierras productiva por la vía de los hechos, la perspectiva de expulsar a las forestales y la amplia movilización de masas en campo y ciudad son parte de las tareas que aplican también para el campesinado y el pueblo pobre chileno.

La unidad necesaria.

Cuando vemos que el Estado defiende con balas y represión (como el Comando Jungla) la propiedad privada en campo y ciudad, a las empresas monopólicas en manos de familias millonarias como los Matte y Angelini que explotan tanto al chileno como al Mapuche y la semi-feudalidad que se niega a morir, viéndose en la gran concentración de tierras, en aspectos de servidumbre (como el trabajo gratuito) que aun existen en Chile y el clientelismo, podemos concluir que como pueblo chileno y pueblo Mapuche tenemos enemigos comunes.

Para potenciar la unidad entre pueblos y combatir al viejo Estado y las empresas que defiende llamamos a asistir a la Marcha por la Resistencia de los Pueblos este 14 de Octubre a lo largo y ancho del país.



"Quema del mono" en la marcha del 14 de octubre, representando un policía del "Comando Jungla" 

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